¿Sabes qué? Que yo no te elegí, que te eligió mi corazón.
Sí, lo sé, es testarudo y cabezón. Y se desboca cada vez que escucho tu voz. No
puedo controlarlo y menos aun tranquilizarlo. Te siento en mis lágrimas, te
escucho en mis carcajadas y también te recuerdo cada mañana. Es imposible
evitar lo inevitable. Es imposible gritar a los cuatro vientos, que no me
importas. Porque eres tan esencial, como soñar las 24 horas del día. ¿Sabes qué?
Si no te tengo cerca me falta el aire, me cuesta respirar. ¿Sabes qué? Mis ojos
me delatan cada día, una vez más, porque brillan sin cesar. ¿Sabes qué? Que
todo esto que estoy escribiendo es verdad. Y me preocupa estar así, por el
simple hecho de volver a tropezar. No espero que me levantes, cuando me caiga. He
aprendido a levantarme sola. Solo espero, que me ayudes a esquivar esos golpes,
que sin duda, la vida nos dará. Aprovechemos
esta oportunidad que el destino tal vez no nos vuelva a regalar.
Y por último.... ¿Sabes qué?
Solo tú eres el culpable de que
mi corazón siga latiendo y de lo que estoy sintiendo.
Por eso créeme cuando te
digo que…
.....Eres una parte de mí…..